Las calderas de gasoil son más comunes en casas unifamiliares o edificios, usadas como calefacción centras y para el agua sanitaria o A.C.S. Es muy importante el mantenimiento de la caldera, la chimenea y el quemador. Un correcto mantenimiento de toda la instalación consigue ahorrar gasoil cada año y asegurarse de no sufrir una intoxicación por monóxido de carbono o un incendio de la chimenea o la caldera y por supuesto, alargar la vida útil de la caldera y el quemador de gasoil.
Poner a punto el quemador es muy importante, por eso es recomendable que después de realizar la limpieza, que un calefactor o técnico se encargue de regular la combustión del quemador para llevar su rendimiento al máximo posible.
En su mantenimiento siempre es recomendable que siga estos pasos:
- limpieza de la chimenea y la caldera por un deshollinador
- El quemador por un calefactor o técnico recomendado por la marca
El paso del aire no será el mismo con la chimenea y la caldera sucias y esto influirá en la regulación del quemador. Por eso siempre primero es la limpieza y después la puesta a punto.