¿Cómo se forma el hollín?
El hollín es un polvo negro, inflamable, resultado de una combustión incompleta. Se acumula en las paredes de la chimenea aumentando la posibilidad de riesgos. Es importante realizar una limpieza periódica de las chimeneas y calderas para evitar el acúmulo de hollín.
A su vez, la falta de una limpieza periódica facilita la formación de brea. La brea, a diferencia del hollín, es una sustancia viscosa e inflamable muy difícil de eliminar.
Riesgos y cuando limpiar
Los riesgos a los que nos exponemos con la acumulación de hollín y brea son varios, tanto a nivel doméstico como para nuestra salud. Cuando la chimenea se incendia pueden ocurrir varias cosas, la chimenea al estar formada en la mayoría de los casos por conductos cerámicos, no aguanta la temperatura de un fuego directo y se rompe, cuando esto pasa el fuego puede extenderse a una habitación y de esta manera por toda la vivienda. Los seguros de hogar no suelen cubrir los desperfectos causados por el fuego si no verifican que el cliente lleva un mantenimiento de la chimenea.
A nivel de salud, estar expuestos al polvo del hollín es perjudicial. Puede producir efectos banales como irritación de piel y mucosas o alteraciones de mayor importancia como problemas respiratorios, intoxicación por monóxido de carbono y cáncer.
Las chimeneas de leña es recomendable limpiarlas cada 2.000kg o 2.500kg de leña quemada. Si usted desconoce la cantidad de leña que quema, puede hacer el cálculo según los días de la semana que la usa y las horas diarias, por ejemplo, si usted usa la chimenea 3 veces por semana y la enciende en torno a 5 horas cada día, puede llegar fácilmente a quemar esta cantidad de leña.
¿QUE MADERA USO?
La calidad de la leña es muy importante si queremos ahorrar dinero y mantener nuestra chimenea lo más limpia posible. Las mejores maderas para quemar son las maderas nobles como la encina, el roble, la vid o el olivo. Este tipo de madera es una madera más dura y que se consume más lentamente por lo que tiene un poder calorífico mayor. Además estas maderas producen menos hollín y de esta forma mantendrá su chimenea lo más limpia posible entre cada limpieza. Debe evitar siempre que pueda las maderas como las coníferas ya sea pino, arizonica, cedro, etc. Debe evitar también los aglomerados como muebles de cocina briquetas, ya que contienen una gran cantidad de resina y barnices que son tóxicos y ensucian el conducto. Este tipo de maderas aparte de ser más blandas, contienen una cantidad muy grande de resina, lo que produce una combustión más rápida y al final su chimenea consumirá más leña. También esta madera ayuda a la formación de brea en la chimenea lo cual es muy perjudicar como ya explicamos en el punto anterior.
La madera de cualquier tipo debería consumirse lo más seca posible, ya que ayudará a mantener la chimenea más limpia y al estar seca tira mejor que la madera húmeda.